Diferencia entre emociones, sentimientos, estados de ánimo y afecto en psicología

En nuestro acontecer diario, empleamos los términos emoción, sentimiento, afecto y estado de ánimo de manera indistinta, como si se tratasen de lo mismo.

Esto revela que existe una profunda vinculación entre lo que muchos estudiosos denominan procesos emocionales, como lo son los sentimientos, emociones, humor, pasiones, tendencias, instintos, etc.

Pero, aunque son conceptos asociados que comparten algunas connotaciones semánticas, poseen características propias que los hacen diferentes. Comencemos con las emociones y veamos la diferencia que hay entre emociones y sentimientos según algunos autores. 

Emociones

Para el psicólogo Daniel Goleman (1946), la emoción es “un impulso para la acción”, que se encuentra asociada al deseo y la voluntad, bien para activarlos, o bien para disminuirlos. La psicóloga Elizabeth Duffy (1904), reafirma esto indicando que la emoción es “la movilización de la energía del organismo para llevar a cabo una actividad”.

La alegría nos provoca deseos de reír, gritar, compartir y celebrar, así que puede llevarnos hasta un club nocturno para bailar un poco. No obstante, emociones como la tristeza, a veces nos llevan a no querer ni salir de la cama.

De manera que sobre las emociones podemos afirmar al menos dos cosas, en primer lugar, para actuar es imprescindible sentir una emoción específica, y en segundo lugar, existen emociones que pueden anular la voluntad.  

Características de las emociones 

• Toda emoción tiene un inicio y un fin, es decir, no representa un estado prolongado del sentir.
• Interviene en el curso regular del proceso psicosomático.
• Cumplen un papel determinante en la sobrevivencia.
• Responden a estímulos internos, de carácter fisiológico y psicológico, y a estímulos externos.
   

Sentimiento

La raíz de la palabra proviene del latín “sentire”, cuyo significado es percibir mediante los sentidos, por lo cual los sentimientos son estados subjetivos que no se reducen a lo instintivo, racional, objetivable, visible o tangible.

Son estados que se circunscriben estrictamente a la persona y a cómo se “siente”, de manera que son intransferibles. Se manifiestan en un sentir tanto físico como psíquico.

El químico y filósofo alemán Ludwig Klages (1872-1956), sostuvo que "la función del sentimiento es en la vida anímica, comparable a la de las hormonas en la corporal porque establece relaciones entre los demás procesos". Esto quiere decir que siempre necesitaremos amar a alguien o a algo, sea una persona, una idea o una actividad, etc.

Por su parte, el psiquiatra Kurt Schneider (1887-1967), asevera que los sentimientos son “estados del yo pasivos”, o experiencias que no las abarca ni controla el yo consciente. Aun cuando el yo puede reprimir un sentimiento, un instinto, una emoción, no los puede producir. 

Para el psicólogo Philipp Lersch (1898-1972), hay dos experiencias para las cuales es aplicable el término sentimiento: las emociones y los estados de ánimo. Pero a éstos los diferencia la permanencia y los factores que los generan. Por ejemplo, el amor es parte de un mundo psíquico personal, y puede durar en ocasiones, toda la vida, mientras que las emociones y los estados anímicos son transitorios aun cuando pueden repetirse.

A su vez, los sentimientos se diferencian de la percepción y el pensamiento por los factores que en ellos inciden: el mundo interior para el sentir y el mundo exterior para lo que percibimos y pensamos.

Honorio Delgado nos dice que el sentimiento “tiene de manera exclusiva la polaridad de lo agradable y lo desagradable y no requiere forzosamente, un objeto: es vivido directamente, se da”. Mientras que los pensamientos son representaciones que pueden o no, poseer un afecto o un sentimiento adjunto, y la percepción es la representación psíquica de un sentido en particular.

Característica del sentimiento

• No presenta un correlato fisiológico evidente.
• Está asociado a experiencias internas.
• Es abstracto o no objetivable.
• Es impreciso (“siento como”).
• No se pueden aprehender.
   

Estado de ánimo

Los estados de ánimo y el humor son sinónimos entre sí. Se caracterizan por ser continuos, persistentes y de carácter subjetivo, pero pueden ser percibidos por los demás, en lo cual reside su mayor diferencia con los sentimientos.

Como su nombre lo dice, son estados del “ánimo” que pueden poseer dos tipos de valencia, bien sea positiva (buen estado de ánimo) o negativa (mal estado de ánimo). Se diferencia de las emociones en el hecho de que son más perdurables en el tiempo.

Característica de estado de ánimo

• Puede ser observable por otros.
• Es subjetivo.
• Es un “modo de estar”.

 

Afecto

Surge de los vínculos humanos, especialmente de la relación primordial entre los cuidadores/padres y el bebé. Es generalmente conocido como amor, protección, cariño y, por tanto, es tangible u objetivable, puede generar sentimientos, más no es considerado uno.

Para el psicólogo André Sassenfeld, el afecto se expresa en “vínculos tempranos que lo sostienen, y parecieran representar las bases del desarrollo posterior de otras facetas del self”.

Asimismo, el psicólogo y psiquiatra Carl Gustav Jung (1875-1961), afirma que la afectividad “es la base de la personalidad”. En este sentido, gracias al afecto son posibles las relaciones interpersonales, así como el desarrollo de una serie de procesos psíquicos y emocionales.

Características del afecto

• Tiene su origen en los vínculos primarios: padres o cuidadores.
• Es objetivable.
• Se establece mediante vínculos sociales.

Luego de este recorrido, es sencillo apreciar cómo se diferencian las emociones, los sentimientos, los estados de ánimo y el afecto, y a su vez cómo se relacionan para conformar un sistema de elementos interconectados, que sostienen todo nuestro aparato psíquico.

Pues tal como lo afirma el psiquiatra peruano Honorio Delgado (1892-1969): “en la existencia concreta del hombre, las manifestaciones psíquicas son una totalidad indivisa, un mundo orgánico”.

 

Referencias bibliográficas

Delgado, Honorio (1936). Psicología general y psicopatología del sentimiento. Revista de Psiquiatría. Chile

Golemam, D. (1995). La inteligencia emocional. Editorial Kairós. ISBN: 7 88472453715.

Jara & Dörr (s/f). Procesos afectivos. pp. 75-89. Disponible en: https://1library.co/document/6qm77p8q-apunte-procesos-afectivos.html

Sassenfeld J., (2011). Afecto, vínculo y desarrollo del self. Clínica e investigación Relacional. Revista de Psicoterapia. Vol. 5 (2) – Junio 2011; pp. 261-294. España. ISSN: 1988-2939.